Hidrógeno, propiedades y usos
El hidrógeno es el más liviano de los elementos. En condiciones normales es un gas incoloro, insípido e inodoro. Ampliamente distribuido en el universo, forma parte del agua y la mayoría de los compuestos orgánicos.
Se presenta en tres formas isotópicas: protio (masa 1), deuterio (masa 2) y tritio (masa 3).
El hidrógeno es poco reactivo a temperaturas bajas, sin embargo en presencia de catalizadores o a altas temperaturas se vuelve muy reactivo.
Es extremadamente inflamable. Muchos metales absorben hidrógeno.
El hidrógeno molecular es diatómico pero a temperaturas elevadas se disocia en átomos libres.
El hidrógeno atómico es un reductor fuerte, aún a la temperatura ambiente. Reacciona con los óxidos y los cloruros de muchos metales como la plata, el cobre, el plomo y el mercurio para producir los metales libres.
Reacciona con metales y no metales para producir hidruros. También reacciona con compuestos orgánicos para producir otros compuestos. Con el oxígeno forma agua, en una reacción catalizada por platino. Con el nitrógeno forma amoníaco.
Los óxidos de muchos metales son reducidos por el hidrógeno a temperaturas elevadas para obtener el metal libre u otro óxido. En presencia de un catalizador adecuado, el hidrógeno reacciona con compuestos orgánicos no saturados adicionándose al enlace doble.
USOS
El uso más importante del hidrógeno es la síntesis de amoníaco. También se utiliza en la refinación del petróleo, en el craking y en el proceso de eliminación de azufre.
La industria alimenticia utiliza el hidrógeno para obtener margarinas por hidrogenación catalítica de aceites vegetales.
Grandes cantidades de hidrógeno se emplean en la manufactura de productos químicos orgánicos, como combustible de cohetes y como propulsor de cohetes impulsados por energía nuclear.
Se utilizó en globos aerostáticos y dirigibles pero fue reemplazado por helio por ser altamente inflamable y explosivo.